Los desarrollos tecnológicos han crecido exponencialmente. Nuestras sociedades están cargadas de altas dosis de innovaciones, que han gerenado cambios importantes en las tendencias de consumo, oferta y demanda. A través de la utilización de diferentes tipos de dispositivos electromecánicos, que hacen más fáciles muchas de nuestras tareas.
En este sentido, la tecnología educativa no puede ser ajena a las tendencias de nuestras sociedades globalizadas. En particular, porque la responsabilidad de los docentes debe estar orientada a responder las necesidades del contexto. Según Burbules y Torres (2000), las escuelas existen en tanto dan respuesta a las demandas sociales.
Por ello, una escuela y su conjunto de profesionales deben estar al día con esta dinámica de cambios y exigencias.
Estas premisas nos llevan a respondernos una serie de interrogantes sobre los desafíos de la educación ante el surgimiento de diferentes tecnologías portátiles en el aula.
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